¿Cómo alcanzar el éxito empresarial en Colombia?
El empeño y la dedicación son los principales aliados de
personas que, en el país, han logrado el reconocimiento y han traspasado las
barreras en los negocios.
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Ernst & Young, firma especializada en servicios de aseguramiento,
impuestos, transacciones y asesorías, recopiló información con entrevistas
realizadas a empresarios del país que han participado en las cinco
versiones del premio 'Emprendedor del año', con el afán de conocer cuáles son
esas características específicas que impulsan el éxito de un directivo y su
negocio.
De acuerdo con los resultados obtenidos, la lista es encabezada por la
orientación hacia un sueño, Oscar Mauricio Calderón, gerente de Marketing y
Comunicaciones de Ernst & Young en Colombia, aseguró que la persona debe
creer en la idea que se ha planteado y hacer todo lo que esté a su alcance para
llevarla a cabo.
El Liderazgo Desde La Administración.
La administración se entiende como el proceso de planear,
dirigir, organizar, ejecutar, integrar y controlar los recursos de una empresa
con el fin de optimizarlos y así agregar valor a la compañía.
Por Lina Ma. Velandia, Mónica Mora, Juliana Aperador y Mónica Zambrano, estudiantes de Gestión Gastronómica en Gato Dumas Escuela de Cocineros.
La administración se entiende como el proceso de planear, dirigir, organizar, ejecutar, integrar y controlar los recursos de una empresa con el fin de optimizarlos y así agregar valor a la compañía.
En otras palabras, lo que busca la administración es eficiencia y eficacia en el manejo de los recursos aprovechando las competencias de los trabajadores, llevando a la organización a lograr resultados que la hacen competitiva en el mercado. Esa búsqueda de competitividad hace también que las empresas analicen su entorno, los avances tecnológicos y en general, despierta el interés de las mismas por enriquecerse con el conocimiento de lo que la rodea, dando lugar a la creación de estrategias que dan estructura a la organización.
Por Lina Ma. Velandia, Mónica Mora, Juliana Aperador y Mónica Zambrano, estudiantes de Gestión Gastronómica en Gato Dumas Escuela de Cocineros.
La administración se entiende como el proceso de planear, dirigir, organizar, ejecutar, integrar y controlar los recursos de una empresa con el fin de optimizarlos y así agregar valor a la compañía.
En otras palabras, lo que busca la administración es eficiencia y eficacia en el manejo de los recursos aprovechando las competencias de los trabajadores, llevando a la organización a lograr resultados que la hacen competitiva en el mercado. Esa búsqueda de competitividad hace también que las empresas analicen su entorno, los avances tecnológicos y en general, despierta el interés de las mismas por enriquecerse con el conocimiento de lo que la rodea, dando lugar a la creación de estrategias que dan estructura a la organización.
El administrador es entonces, un líder: responsable, audaz,
creativo y transparente; capaz de resolver cualquier situación. No sólo debe
dirigir, organizar, planear, ejecutar, integrar y controlar; sino también, debe
involucrarse en cada contexto, condición o ambiente. Es su deber, manejar sus
conocimientos, trasmitir respeto, admiración y liderazgo en sus trabajadores.
Teorías X, Y y Z de la Administración
Teoría X
Fue creada por Douglas McGregor, y define al trabajador o empleado como un agente pasivo: subyugado a lo que digan y ordenen los mandos (jefes inmediatos, administradores, gerentes). Es un trabajador que prefiere ser dirigido, para evitar responsabilidades y mantener su seguridad, es decir, que por circunstancias personales o laborales, no quiere perder el empleo.
La importancia de esta administración es que siempre debe ser totalmente ‘controladora’, ‘autoritaria’ e ‘impositiva’, no le da espacio a opiniones por parte de los trabajadores, ya que son sometidos a castigos y amenazas para garantizar la calidad de su trabajo.
Para nosotros, esta teoría no está del todo mal, es rescatable la exigencia y el control que ejercen los superiores; pero no se puede llevar hasta el extremo de no permitirle al trabajador pensar o actuar por sí mismo.
Teoría Y
También creada por Douglas McGregor, analiza el punto de vista del empleado, y defiende el hecho de que puede responder, aprender y aportar en condiciones adecuadas de trabajo.
Esta teoría es, de hecho, la contraparte de la teoría X.
Su importancia radica en que diferencia sustancialmente la ‘administración por objetivos’ de la ‘administración por controles’, es decir, motiva, crea oportunidades, retira obstáculos y resalta las cualidades de los trabajadores; es participativa y democrática, tiene en cuenta la opinión de los empleados, aunque en muchos casos haya sido criticada por contar con ‘colaboradores’ consentidos y mimados.
Estamos de acuerdo con el buen trato, pero se corre el riesgo de que, en un momento dado, un empleado pueda sencillamente ser mediocre, por la falta del control y de la debida dirección por parte de la administración.
Teoría Z
Su creador es William Ouchi, quien encontró el equilibrio entre las teorías X y Y: definió al empleado con una actitud positiva como trabajador, y una posición variable en la empresa. Por eso, los supuestos de esta teoría son:
Al trabajador le gusta sentirse importante, estar informado, y busca el reconocimiento cuando hace bien su trabajo. Además, se tienen en cuenta sus opiniones y sugerencias, y participa, en su medida, en el crecimiento de la empresa en la que labora.
Lo más importante de esta teoría es que se genera seguridad en los trabajadores; se estimula el trabajo en grupo, el ansia de superación y el sentido de pertenencia.
Teorías X, Y y Z de la Administración
Teoría X
Fue creada por Douglas McGregor, y define al trabajador o empleado como un agente pasivo: subyugado a lo que digan y ordenen los mandos (jefes inmediatos, administradores, gerentes). Es un trabajador que prefiere ser dirigido, para evitar responsabilidades y mantener su seguridad, es decir, que por circunstancias personales o laborales, no quiere perder el empleo.
La importancia de esta administración es que siempre debe ser totalmente ‘controladora’, ‘autoritaria’ e ‘impositiva’, no le da espacio a opiniones por parte de los trabajadores, ya que son sometidos a castigos y amenazas para garantizar la calidad de su trabajo.
Para nosotros, esta teoría no está del todo mal, es rescatable la exigencia y el control que ejercen los superiores; pero no se puede llevar hasta el extremo de no permitirle al trabajador pensar o actuar por sí mismo.
Teoría Y
También creada por Douglas McGregor, analiza el punto de vista del empleado, y defiende el hecho de que puede responder, aprender y aportar en condiciones adecuadas de trabajo.
Esta teoría es, de hecho, la contraparte de la teoría X.
Su importancia radica en que diferencia sustancialmente la ‘administración por objetivos’ de la ‘administración por controles’, es decir, motiva, crea oportunidades, retira obstáculos y resalta las cualidades de los trabajadores; es participativa y democrática, tiene en cuenta la opinión de los empleados, aunque en muchos casos haya sido criticada por contar con ‘colaboradores’ consentidos y mimados.
Estamos de acuerdo con el buen trato, pero se corre el riesgo de que, en un momento dado, un empleado pueda sencillamente ser mediocre, por la falta del control y de la debida dirección por parte de la administración.
Teoría Z
Su creador es William Ouchi, quien encontró el equilibrio entre las teorías X y Y: definió al empleado con una actitud positiva como trabajador, y una posición variable en la empresa. Por eso, los supuestos de esta teoría son:
Al trabajador le gusta sentirse importante, estar informado, y busca el reconocimiento cuando hace bien su trabajo. Además, se tienen en cuenta sus opiniones y sugerencias, y participa, en su medida, en el crecimiento de la empresa en la que labora.
Lo más importante de esta teoría es que se genera seguridad en los trabajadores; se estimula el trabajo en grupo, el ansia de superación y el sentido de pertenencia.
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